Trump se declaró “no culpable” de intentar cambiar los resultados de la elección de 2020
El expresidente Donald Trump, candidato favorito entre los republicanos para las presidenciales de 2024, se declaró no culpable de “conspiración” para alterar el resultado de las elecciones de 2020, al comparecer este jueves ante una corte de Washington. Luego de presentarse ante la justicia, Trump dijo que está viviendo “una persecución política” y subrayó que era “un día muy triste para Estados Unidos”.
En un texto de 45 páginas publicado el martes, el fiscal especial Jack Smith lo acusa de minar los cimientos de la democracia estadounidense al intentar alterar el conteo de votos en las presidenciales, una inculpación inédita y especialmente grave dado que en aquel entonces Trump era presidente en ejercicio.
¿De qué se lo acusa a Trump?
La jueza Moxila Upadhyaya aceptó este jueves dejar libre a Trump luego de marcar las condiciones para su liberación, y fijó la siguiente vista contra el exmandatario para el 28 de agosto. El magnate republicano, de 77 años, se declaró no culpable de los cuatro cargos de los que está imputado: conspiración para defraudar a Estados Unidos, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, obstrucción e intento de obstruir un procedimiento oficial y conspiración contra derechos.
Por la primera de esas acusaciones le podría caer una pena máxima de cinco años de cárcel, por la segunda y la tercera veinte años de prisión, respectivamente, y por la cuarta, diez años. Al inicio de la sesión, Upadhyaya le hizo una serie de preguntas de rigor sobre cuál es su nombre y edad y si consumió drogas o alcohol en el día, ante lo cual Trump respondió que no.
En el aeropuerto Ronald Reagan, en las afueras de la capital estadounidense, Trump definió a la acusación como “la persecución de la persona que lidera por números muy, muy sustanciales las primarias republicanas y lidera a Biden por mucho”. Ya había acusado horas antes, en su plataforma Truth Social, a Biden, con quien podría volver a medirse en las urnas el año que viene, de haber ordenado al departamento de Justicia que le atribuya “tantos delitos como se puedan inventar” y de “instrumentalización sin precedentes de la justicia”.
La propia jueza lo contradijo este jueves. “Puedo garantizarles a todos que habrá un proceso justo y un juicio justo”, dijo Upadhyaya. Luego de esta vista preliminar el caso pasa a la jueza federal Tanya Chutkan, quien ya falló contra él en 2021. La corte federal se encuentra cerca del Capitolio que fuera asaltado por cientos de los partidarios de Trump el seis de enero de 2021 en su afán por impedir que se certificara la victoria de Biden.
El ataque al Congreso fue “alentado por las mentiras” que el acusado contó durante meses sobre el presunto fraude electoral a favor de Biden, dijo el fiscal Smith al hacer pública la acusación contra Trump. Antes de abandonar el juzgado, el exmandatario tuvo que aceptar una serie de condiciones para seguir en libertad, como no violar la ley federal o estatal, asistir a la corte cuando se le requiera y no comunicarse con los testigos a menos que sea a través de sus abogados o en presencia de ellos.
“Los presidentes no son reyes”
No es la primera inculpación penal contra Trump pero las otras dos, dictadas contra él este año, una por fraude contable debido al pago de dinero a una actriz porno para comprar su silencio y otra por haber puesto en peligro la seguridad nacional con el manejo negligente de documentos confidenciales, corresponden a un periodo anterior y posterior a su mandato. A él no parecen preocuparle.
“¡Necesito una inculpación más para garantizar mi elección!” en 2024, sostuvo desafiante en su red social. “Pronto, en 2024, será nuestro turno”, vaticinó Trump e insistió por enésima vez, sin pruebas, que las elecciones de 2020, que ganó Biden, fueron “corruptas, amañadas y robadas”. Al día de hoy el exmandatario es el claro favorito para las primarias republicanas.
Hablando con los periodistas en el aeropuerto antes de partir de Washington en su avión privado, Trump dijo que se trataba de “un día muy triste” y que le resultaba también “muy triste” ir a Washington y ver “la suciedad y la decadencia, y todos los edificios y muros dañados”. “Este no es el sitio que yo dejé”, apuntó el expresidente antes de subirse a su avión personal, el Trump Force One, y partir en dirección a Nueva Jersey para ir a su club de golf en Bedminster.
En el exterior del juzgado se congregaron algunos manifestantes y curiosos que no querían perderse este momento histórico. “Los presidentes no son reyes”, se leía en un cartel de un manifestante, que parafraseaba a la jueza Tanya Chutkan, quien en 2021 dijo que “los presidentes no son reyes y el demandante no es presidente”, negándole a Trump la posibilidad de no entregar documentos a un comité del Congreso que investigaba el ataque al Capitolio.
Por el momento se desconoce el impacto de la nueva inculpación en su candidatura. A pesar de sus enredos judiciales, Trump cuenta con la lealtad de un amplio sector de su partido. Mantiene una ventaja sustancial en las encuestas para la nominación republicana, con mucha diferencia sobre su rival más cercano, el gobernador de Florida Ron DeSantis.
Este podría no ser su último dolor de cabeza judicial. La fiscalía de Georgia también investiga si Trump intentó cambiar ilegalmente el resultado de las elecciones de 2020 en este estado del sur del país en el que perdió por un margen acotado.
Biden, que está de vacaciones, trata de mantenerse al margen de los problemas legales de su rival, al menos de cara a la opinión pública. Cuando este jueves por la mañana, durante su paseo en bicicleta en Delaware, se le preguntó si seguiría la lectura de cargos contra Trump su respuesta fue rotunda: “No”.