Miles de árabes protestaron ante una nueva quema del Corán
Miles de personas salieron a protestar en las calles de Irak, Irán y Líbano tras una nueva profanación del Corán en Suecia, que el jueves provocó el incendio de la embajada del país escandinavo en Bagdad y una grave crisis diplomática.
En Irak, el influyente líder religioso iraquí, Moqtada Sadr, convocó a cientos de manifestantes que se congregaron en una avenida del barrio de Madinet Sadr y gritaron “sí, sí al islam”, “sí, sí al Corán” y “sí, sí a Irak”, informó un corresponsal de AFP, al tiempo que mostraron ejemplares del libro sagrado de los musulmanes, retratos de Al Sadr y banderas iraquíes. Asimismo, quemaron banderas arcoíris. Sadr vio en ello una forma de irritar a los occidentales y de denunciar “la doble vara” consistente: defender a la comunidad LGBT+ y a la vez autorizar, como fue el caso en Suecia, la profanación del Corán. “Con esta manifestación queremos hacer llegar nuestra voz a la ONU, para obtener la penalización de cualquier profanación de los libros sagrados, los del islam, el cristianismo y el judaísmo”, afirmó Amer Shemal, un responsable municipal de Madinet Sadr.
En Irán, cientos de personas salieron a las calles de Teherán con banderas iraníes y ejemplares del Corán, y gritaron: “Abajo Estados Unidos, el Reino Unido, Israel y Suecia”. Algunos incendiaron también banderas suecas. Por otra parte, en Líbano, cientos de personas se congregaron frente a varias mezquitas en un suburbio al sur de Beirut, bastión del Hezbollah, el grupo político armado chiita. El ejército reforzó las medidas de seguridad en las cercanías de la embajada sueca.
Crisis diplomática
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita indicó en un comunicado que entregará al encargado de negocios de Suecia una nota de protesta “para reclamar, sobre todo, que las autoridades suecas tomen medidas inmediatas para poner fin a esos vergonzosos actos”.
Por su parte, Irán convocó al embajador de Suecia en Teherán y pidió a Estocolmo que no permitiera más actos de profanación del Corán. “Condenamos firmemente la repetida profanación del Sagrado Corán en Suecia y responsabilizamos al Gobierno sueco de las consecuencias de la provocación de los sentimientos de los musulmanes de todo el mundo”, declaró el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Naser Kanani. A su vez, el país árabé envió una carta al secretario general de la ONU, António Guterres, en la que denunció que conceder permiso a este tipo de manifestaciones “traerá problemas irreparables, incluida la propagación del odio, la violencia y la xenofobia en diferentes sociedades”. El escrito pide además que “tome las medidas necesarias lo antes posible” para evitar que se reproduzcan estos eventos.
Tras una reunión con representantes de la Organización de Cooperación Islámica, Guterres expresó su determinación de “luchar contra el odio religioso”, al igual que su solidaridad con los musulmanes. El portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, añadió que están preocupados por las quemas de ejemplares del Corán y por el asalto a la Embajada de Suecia en Irak, y pidió respeto mutuo.
“En nombre de la libertad de expresión”
La escalada de tensión se produjo luego de que un manifestante profanara el jueves el Corán frente a la embajada de Irak en Suecia, una protesta que Estocolmo autorizó en nombre de la libertad de expresión. Un mes antes, el mismo hombre, un refugiado iraquí, había quemado varias páginas del libro sagrado del islam frente a una mezquita de Estocolmo, algo que el Gobierno también había permitido. El hecho desató una crisis entre Suecia e Irak, quien ordenó la expulsión de la embajadora sueca en Bagdad, retiró a todo su personal de Estocolmo y quitó la licencia para operar en el país a la empresa sueca Ericsson, al tiempo que una turba incendió la delegación diplomática del país escandinavo.
La Cancillería anunció que, por razones de seguridad, los miembros de la embajada serían temporalmente repatriados a Estocolmo. “La seguridad es una prioridad. El personal desplegado llegó a Suecia en un vuelo regular”, indicó una vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores, que agregó que la embajadora, Jessica Svardstrom, ya se encuentra en Suecia. “Estamos en contacto con las autoridades iraquíes y continuamos dialogando”, sostuvo la portavoz.
Ante esta situación, el líder del partido-milicia chií libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, pidió a todos los países árabes e islámicos que “sigan el ejemplo de Irak” y expulsen a los embajadores suecos de sus territorios, por la nueva autorización de la quema de un ejemplar del Corán en Estocolmo. Además, Nasralá calificó la decisión iraquí de “valiente, sabia y excelente”, según el canal de televisión panárabe Al Mayadín.