La ONU felicitó a Petro y al ELN por el alto al fuego
El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, felicitó al Gobierno de Colombia y al Ejército de Liberación Nacional (ELN) por la entrada en vigor desde el 3 de agosto de un acuerdo bilateral de alto el fuego y la instalación del Comité Nacional de Participación (CNP).
El alto funcionario aseguró que “los continuos esfuerzos del país sudamericano por ampliar la paz mediante el diálogo avanzan”, y exhortó a la comunidad internacional a seguir respaldando estas iniciativas.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, también dijo ver con esperanza la entrada en vigor del Cese al fuego bilateral, nacional y temporal, acordado en La Habana entre el Gobierno de Colombia y el ELN”. Y señaló que la Mayor de las Antillas “acompaña en su condición de garante, el importante paso dado” y “ratifica su compromiso con la paz en Colombia”.
El Gobierno de Brasil, que realizará una Misión de Verificación para monitorear la implementación del acuerdo, afirmó que el proceso llegó a un “nuevo nivel y fortalece la esperanza de una paz sustentable y duradera en Colombia”.
Dos pasos fundamentales
El Gobierno colombiano y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) dieron dos pasos fundamentales hacia la paz: el comienzo del cese al fuego bilateral de 180 días y la instalación de un Comité Nacional de Participación (CNP) para integrar a la sociedad civil en los diálogos. Y hubo una imagen de gran simbolismo: la del número dos de la guerrilla, Israel Ramírez –alias “Pablo Beltrán”– hablándole a Colombia desde Bogotá, una ciudad que no había pisado en 31 años por estar en la clandestinidad. “Hoy comienza un cese al fuego con una característica, que tiene un mecanismo de verificación. Existe la voluntad de las dos partes de cumplirlo”, manifestó el jefe negociador del ELN durante un acto junto al presidente colombiano, Gustavo Petro.
En ese encuentro, Petro subrayó que “nunca jamás en la historia contemporánea el ELN había llegado a esta posición: a hablar de frente en el corazón de Colombia sin dejar de ser el ELN, sin armas, ante la diversidad de Colombia, ancha y profunda, ante el Estado de Colombia con el cual ha librado una guerra que se remonta al año 1964”.
El cese al fuego bilateral arrancó a las cero horas del jueves con gran expectativa y esperanza: será el más largo pactado con la guerrilla –180 días– y será verificado por la ONU.
Un comité plural
Durante el acto, las dos delegaciones instalaron el CNP, un organismo integrado por 81 personas de 30 sectores que buscará crear la arquitectura de participación de la sociedad en los acuerdos de paz, para que puedan paliarse los problemas que se viven en las regiones y son la causa de la insurgencia.
El comandante Pablo Beltrán subrayó este hecho: “Para nosotros es histórico porque desde (hace) muchas décadas hemos dicho que esto no lo resuelve un diálogo de dos –entre Gobierno y guerrilla–; para los problemas de Colombia es insuficiente”, dijo el jefe negociador del ELN.
El jefe negociador del Gobierno, Otty Patiño, apuntó la falta de democracia como otra de las consecuencias de la guerra, por lo que aseguró que con “este proceso, además de construir transformaciones y paz, vamos a construir democracia”.
El CNP integrado por ambientalistas, campesinos y el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios, Bruce Mac Master, hará encuentros regionales y nacionales, y entregará su informe a la Mesa de Diálogos a principios del próximo año.
La palabra del ELN
“Aquí se ha iniciado un dialogo estratégico para la paz de Colombia porque incluye al empresariado, a las poblaciones y comunidades étnicas, y a los sectores populares, todos con un propósito: encontrarnos en la diferencia para encontrar soluciones a los graves problemas que afectan a la nación”, resumió María Consuelo Tapias, integrante de la delegación del ELN.
La participación de la sociedad se intentó desde el principio al incluir como negociador al opositor del Gobierno y líder ganadero José Félix Lafaurie, para que las negociaciones de paz no encuentren la oposición de la derecha, como sucedió en el referéndum del acuerdo con las FARC. “Tengo fe en Colombia. Hoy no es su primer día de paz, pero sí es un día de enorme importancia para tener una posibilidad real de construir un mejor país”, dijo durante el acto Lafaurie, esposo de la senadora María Fernanda Cabal, una líder del partido uribista Centro Democrático.
El historial hacia la paz total
Las conversaciones con el ELN se retomaron el pasado 21 de noviembre después de cuatro años paralizados durante el anterior Gobierno de Iván Duque (2018-2022). El próximo 14 de agosto en Caracas comenzará la cuarta ronda.
El Gobierno de Petro sabe que va contrarreloj: Patiño enfatizó que no se levantarán de la mesa “hasta conseguir el fin del conflicto armado”. “Vamos a combinar celeridad y rigurosidad para alcanzar el acuerdo final” prometió Patiño, quien le dijo a sus compañeros en la mesa: “Hagámosle con prisa”, aludiendo a hacerlo por las víctimas y la “gente que está sufriendo”.
El propio Petro se había atrevido a ponerle fecha de fin al conflicto con el ELN hace un mes en La Habana: “En mayo de 2025 cesa definitivamente la guerra de décadas entre ELN y el Estado”.
Petro llamó al fin de una “guerra heredada”, pues al ser tan larga –él tenía 4 años cuando se alzó en armas la guerrilla– los líderes de uno y otro bando que la forjaron, no están ya. “Tenemos una guerra heredada (…) y aún nosotros no somos capaces de solucionarla. Hay que cerrar una puerta sin olvido y abrir ventanas y puertas hacia el futuro, hacia la libertad. Un futuro que tiene que ser pacífico, no otra violencia más”, apuntó Petro.
Desde el lado del ELN, “Pablo Beltrán” aseguró que tanto la guerrilla como el Gobierno tienen voluntad de cumplir y acatar el cese al fuego bilateral: “Hoy comienza un cese al fuego con una característica, que tiene un mecanismo de verificación. Existe la voluntad de las dos partes de cumplirlo”, apuntó el jefe negociador. Y agregó: “Es una confianza que yo esté aquí, ponerme en manos del Gobierno, yo llevo 31 años sin venir acá a Bogotá. Quiere decir que el ELN cree en este proceso y a esto hemos venido”.
El alto al fuego será supervisado por un Mecanismo de Monitoreo y Verificación integrado por las dos partes, por la Iglesia Católica y la Misión de Verificación de la ONU y tendrá evaluaciones trimestrales. Además, ninguna acción concreta será motivo de ruptura del cese hasta que no sea evaluada por este comité y negociada en la mesa de diálogos.