La guerra de los drones
Ucrania reivindicó este sábado el uso de drones navales en el mar Negro, donde acosa los puertos rusos de la anexionada península de Crimea y la Rusia continental para obligar a los rusos a salir de sus aguas territoriales.
“Cualquier ‘zambombazo’ contra buques rusos o el puente de Crimea es una acción lógica y efectiva en contra del enemigo”, afirmó el jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania, Vasyl Malyuk, en alusión a los sucesivos ataques con drones en el mar Negro. “Si los rusos quieren que los ‘zambombazos’ cesen, deben aprovechar su única posibilidad: abandonar las aguas territoriales de Ucrania y nuestra tierra”, añadió.
Zona de riesgo
Uno de los lugares atacados fue el puerto ruso de Novorossíisk que alberga las mayores bases de la Flota rusa del Mar Negro, donde habría sido dañado el buque de desembarco ruso “Olenogorsky Gornyak”. Pero las autoridades rusas solo reconocieron los daños ocasionados en el buque cisterna “Sig”, en su compartimento de máquinas junto a la línea de flotación de estribor, y negaron que tras el incidente hubiese tenido lugar un derrame de crudo. Kiev reconfirmo ese ataque: “Durante la noche, el Servicio de Seguridad de Ucrania impactó el ‘Sig’, un gran petrolero de la Federación de Rusia que transportaba combustible para las tropas rusas”. La fuente destacó que se realizó “otra operación especial exitosa conjuntamente con la Marina”.
El ataque obligó a los rusos a detener durante varias horas el tránsito sobre el puente de Crimea en el estrecho de Kerch. Y limitaron la navegación de todos los buques de superficie y submarinos, al igual que el fondeo de cualquier tipo de embarcación en las zonas aledañas al puente. Prohibieron el vuelo y amerizaje de aeronaves, y la presencia de personas en el agua y otras actividades en el mar.
Ucrania también declaró como “zona de riesgo de guerra” a seis puertos del litoral ruso del mar Negro, en los que califica de peligrosa la navegación. El área considerada comprende Anapa, Gelnszhik, Tuapsé, Sochi, Tamán y Novorossíisk.
Un dron estadounidense
La Fuerza Aérea de Rusia envió un caza Su-30 a interceptar un dron espía estadounidense MQ-9A Reaper sobre el mar Negro según el Ministerio de Defensa ruso. “Tras el acercamiento del caza ruso el dron espía extranjero efectuó un giro y se alejó de la frontera estatal de Rusia. El avión ruso regresó a su base tras evitar la violación de su frontera estatal”, indicó el comunicado. Según el mando militar, “el vuelo del caza ruso se efectuó en estricta correspondencia con las normas internacionales de uso del espacio aéreo sobre aguas neutrales”.
En marzo pasado, dos cazas rusos derribaron con sus maniobras un dron estadounidense sobre el mar Negro, al considerar que se trataba de una provocación de Estados Unidos “al violar los límites de la zona de restricción temporal del espacio aéreo” establecida por Rusia en torno a Crimea.
La industria de la aviación no tripulada
Rusia necesita actualmente al menos 100.000 operadores de drones, en base al cálculo de un piloto por cada dron, subrayó Andréi Dobriakov, el subdirector de Rosaviatsia, la Agencia de Aviación Civil rusa. El funcionario además calificó a la aeronáutica no tripulada como “una industria interesante, un sector de la economía totalmente novedoso”.
En junio pasado, el gobierno ruso aprobó una estrategia de desarrollo de los sistemas de aviación no tripulada que prevé el incremento paulatino de la producción de drones comerciales hasta un millón de unidades anuales para 2035. Está previsto que para 2036 el 80 por ciento de los sistemas aéreos no tripulados sean de fabricación rusa. Este programa, que no menciona la creación de drones con fines militares, permitirá a Rusia poner en marcha empresas que no sólo ensamblen estas aeronaves, sino que también produzcan sus componentes y materiales para su fabricación, y el software para su control. El objetivo es la creación de una nueva rama de la economía en los próximos seis años vinculada a la fabricación y uso de drones civiles. En el campo militar, Rusia recurre a muchos drones de fabricación extranjera, gran parte procedentes de Irán y utilizados contra Ucrania bajo el nombre ruso “Guerán”.
DIficultades en el frente
Ucrania está entrando en su tercer mes de contraofensiva sin grandes logros en el frente, fundamentalmente por la densidad de las fortificaciones rusas y el intenso minado, según señaló el general de brigada ucraniano, Dmitro Gueguera. “Las franjas de fortificaciones contienen campos de minas antitanques, barreras en forma de zanjas, pirámides y erizos antitanques, alambradas”, explicó el general, al señalar que para superar estos obstáculos Ucrania necesita de “una cantidad significativa de unidades de ingeniería y soldados zapadores”.
Rusia avanza
El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó que tomó el control de la localidad de Novoselivke en el este de Ucrania, en la región de Lugansk. Y avanzaron en el frente de Kupiansk de la región de Járkov. “Gracias a las acciones profesionales de las unidades del grupo ‘Occidente’ fue liberada la localidad de Novoselivke de la república popular de Lugansk”, expresó en el parte de guerra el portavoz de Defensa ruso, el teniente general Ígor Konashénkov. Según este militar, solo en esta zona del frente el Ejército ucraniano perdió cerca de 140 soldados y varias máquinas de combate y el Ejército ruso “repelió con éxito tres contraataques de la 14 brigada motorizada y la 25 brigada aerotransportada de las Fuerzas Armadas ucranianas”.