Racing y San Lorenzo jugaron un partidazo repleto de polémicas
Racing (31 puntos) y San Lorenzo (42) empataron 1 a 1 un clásico muy entretenido este miércoles por la noche en Avellaneda. El resultado estiró los invictos ligueros de uno y otro lado -7 sin perder para el local, 5 para la visita- y mantuvo la distancia en uno de los historiales más parejos del fútbol argentino: 79 triunfos académicos, 73 azulgranas y 53 igualdades.
El equipo de Gago exhibió pasajes de muy buen fútbol, en sintonía con sus producciones más recientes (4 a 0 sobre Ñublense y ante Colón). La confianza de Oroz, la reinvención de Nardoni haciendo la banda derecha, la gambeta de Jonathan Gómez y el momento de Hauche (para bien y para mal) hicieron su aparición en el primer tiempo, cuando Racing fue dominador absoluto.
Hauche marcó el 1-0 tras una excelente maniobra de potrero de Gómez a los 21 minutos, siendo su cuarto grito de los últimos cinco partidos. Pero el delantero de apodo infernal se fue expulsado antes del final del primer tiempo por un planchazo contra Hernández, repitiendo el exabrupto que tuvo ante Flamengo por Libertadores hace dos meses y condenando a correr de más a sus compañeros.
La roja al Demonio rompió el partido y San Lorenzo pasó de esclavo a amo. Aunque más por desgaste de Racing que ímpetu propio dado que Insúa no movió a los cinco del fondo -entró Maroni por Luján, pero la Roca Sánchez pasó del medio a la defensa-. El Ciclón se hizo de la pelota y empezó el bombardeo sobre el área de Arias a puro centro, plan B que encontró ante la buena defensa del pibe Avilés sobre el Perrito Barrios, genio creativo de este San Lorenzo.
Pero pasó mucho -quizá más de lo esperado- hasta que San Lorenzo lo empató, como la expulsión de Rafa Pérez y el penal no cobrado de Hernández sobre Maxi Romero. Fue con la entrada del hábil Martegani -apenas cuatro minutos después del cambio- que San Lorenzo finalmente pudo desnivelar. Asociación con Braida y centro del zurdo al medio del área para que Bareiro se limpie a Piovi con un movimiento del manual del nueve y la mande a guardar.
Entre deprimido por el 1-1 y cansado por el desgaste, Racing siguió bajo ataque los minutos finales y se salvó de la caída gracias a la mala puntería del colombiano Sánchez. Y hubo tiempo para una polémica más, con un agarrón sobre el peruano Guerrero en el descuento, similar a uno sobre Bareiro que San Lorenzo había protestado en el inicio. Pero la terna comandada por Mastrángelo y el VAR optaron por el “siga siga” del que hicieron abuso toda la noche.